Con el fin del Título 42 de la era COVID-19 el jueves, el abogado de inmigración Yasser Sánchez dijo que debemos anticiparnos a la crisis humanitaria que ocurrirá en la frontera.
“Va a ser un caos, va a haber desorden y las organizaciones criminales van a estar tratando de sortear las cosas y vamos a ver algunas imágenes tristes de dolor y sufrimiento”, mencionó Sánchez.
Aproximadamente 150,000 personas están esperando con la esperanza de venir a los Estados Unidos y eso probablemente estresará y estirará los recursos ya limitados.
Sánchez añadió que acoger a refugiados que han estado esperando una nueva oportunidad no es nada nuevo, esta vez la situación es diferente.
“Hay personas haciendo cola para inmigrar legalmente a los Estados Unidos y que su caso y el estado de derecho se apliquen a su caso de inmigración. Estas no son personas que irrumpen en nuestra frontera sur; son personas que vienen a la frontera sur y le piden al gobierno a cogerlos como refugiados”.
Esta afluencia hará que sea crucial que iglesias ya sobrecargadas como la Iglesia Cristiana Alfa y Omega estén en espera, actuando como refugio para tantos desesperados por un destino diferente.
“Estos son seres humanos que ingresan, por lo que se debe tener en cuenta el lado humano”, dijo Sánchez.
Sánchez agregó que aunque la inmigración es un problema federal, afecta a nivel estatal y local. El impacto inmediato es algo que el estado no podrá ignorar cuando decenas de miles se muden a los Estados Unidos.
“Tendremos personas en las iglesias, en refugios para personas sin hogar, necesitando agua, así que miren qué refugios están recibiendo donaciones de ropa de niños, ropa de mujer, y recuerden que son seres humanos y debemos cuidarlos. Estas personas sufren y como tal, tenemos que mirar con el corazón abierto como país y apoyar a estas personas de una forma u otra y darles el beneficio de la duda”, concluyó.
